El tema en la agenda local es sin duda la propuesta del Cabildo de Hermosillo un incremento del 27% al servicio de agua potable. Argumentan el apremio de realizar un ajuste que, por intereses ajenos alos téncnicos, se ha pospuesto por años.
Haciendo populismos e interes partidistas a un lado, no deja de tener razón la autoridad municipal, el ingreso para Agua de Hermosillo no es suficiente, pero ni con el aumento lo será mientras no resuelva sus problemas primarios, por los que la gente se niega a pagar más.
Antes de pretender cobrar más debe lograr cobrar a todos, bajar esa cartera vencida del 30%. Agua de Hermosillo sigue siendo un organismo infeciente y opaco en su administración y en su operación técnica, con un sindicato voraz que consume mucho recurso.
Agua de Hermosillo debe pasar a ser un organismo autónomo, ajeno a los vaivenes políticos, con planes a largo plazo y no de cada trienio. Es necesario que el cabildo y legisladores entren con responsabilidad en este tema, como también en el de aplicar sanciones más severas a quienes abusen y desperdicien el agua.
No parece que el incremento a la tarifa vaya a pasar la aduana del Congreso del Estado. Uno quisiera pensar que tanto en la propuesta como en rechazo los involucrados están actuando con responsabilidad, pero qué difícil es creerlo cuando el agua se ha convertido en un botín político.
Y qué difícil es también ver que la actitud de los hermosillenses sigue siendo tan indifierente. Se protesta cuando hay una fuga, se protesta si el agua no llega a tiempo, se protesta si se pretende aumentarla y, sí, hay razón en ello, pero a la vez seguimos viendo como se desperdicia, como miles de usuarios particulares y negocios no pagan el servicio o instalan tomas clandestinas.
Vino la decisión del Estado del acueducto de el Novillo y, si bien es cierto, no hubo una consulta pública, tampoco hemos visto ningún movimiento ciudadano que se se involucre en lo que será la diferencia en tener o no tener agua.
Vaya, pues, no se ha enfrentado de manera integral el problema del desabasto de agua en Hermosillo y no se ha asumido realmente como la prioridad que es.
Ya es hora que nos quede claro a todos que vivimos en el desierto, debemos entender que aun con acueductos o desaladoras, el agua es un recurso limitado y hacerla llegar a hogares e industria no es ni será barato y por tanto debe ser prioridad un consumo responsable de los ciudadanos, una administración y una operación eficientes del organismo y sanciones severas quienes incumplan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario