martes, 19 de octubre de 2010

Hay qué levantar la mira

La forma en qué Chile enfrentó la crisis de los mineros deja una gran lección sobre la importancia de la unidad como país y la eficiencia de las autoridades para resolver una emergencia.

Y, claro, imposible no voltear a ver lo qué pasa en México, donde antes de resolver una emergencia primero se reparten y evaden culpas.

Es que en este país se carece de estadistas y sobran políticos que sólo buscan beneficio personal, que asumen el servicio público como un privilegio y no como la gran responsabilidad que es, y que piensan y actúan en función electoral.

Vea a usted a la llamada clase política: los mismos personajes que por décadas han ido usando un cargo para pasar al otro, que se van de partido en partido, que traicionan su ideología con alianzas increíbles para ganar elecciones.

A esos, con nuestros impuestos les mantenemos los partidos, les pagamos las campañas y en cada elección tenemos que escoger entre el menos peor, porque se niegan a abrirse a nuevas opciones, a las candidaturas ciudadanas... No, cómo van a perder sus privilegios.

Queda claro que la transformación que necesita México no va a venir de esa desgastada clase política, representada por todos los partidos, mucho menos de esos gobernantes que tan chiquitos le han quedado a este país.

La transformación de México tiene qué venir de la base, de los ciudadanos, que somos quienes realmente sostenemos al país.

Pero para eso tenemos que madurar como sociedad, ser más críticos, más participativos y menos indiferentes a lo qué afecta nuestro entorno.

Porque una cosa es dejar de esperar que el gobierno nos resuelva los problemas, pero no debemos dejar de exigir que cumplan su responsabilidad, que rindan cuentas, que nuestros impuestos sirvan para lo que se debe y ya no para estarles sosteniendo sus aspiraciones políticas.

Hay qué apostarle a la organización ciudadana y para que eso funcione, desde lo individual hay qué levantar la mira, hay qué romper esquemas y no darse por vencidos.

Si estos gobernantes le han quedado chiquito al país, no lo hagamos también nosotros, porque México es nuestro no de ellos.

No hay comentarios.: